Entretenimiento

Espeto de fraile templario

Quién le iba a decir a Jacques de Molay, Gran Maestre de la “Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón“ que iba a acabar como un espeto allá por el 1314

Pedro Hermosilla / HISTORIA PARA UN RATICO

Los espetos son famosos en nuestra costa andaluza y, como todos sabéis, consisten en ensartar varias sardinas en un palo, arrimar éste a una lumbre y esperar que el calor y el humo de la hoguera hagan lo que mejor saben hacer que es asar y ahumar la carne de los pececillos azules.

Éstos suelen ir a parar a la boca de algún paisano o, en su defecto, a la de un guiri barrigudo, más colorao que el culo de un mandril y macerado en sangría de vino barato, mucho azúcar y gaseosa marca “La pava”.

Quién le iba a decir a Jacques de Molay, Gran Maestre de la “Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón“, los que nosotros conocemos como los “Templarios” más que nada por abreviar, que iba a acabar como un espeto allá por el 1314 en un islote del Sena frente a la Catedral de Nôtre Dame en el París de la France.

Loading...

¿Culpable o inocente? Pues eso va por barrios. Se les acusaba a los templarios de cometer herejía, de escupir sobre la Cruz, de prácticas homosexuales, de adoración de ídolos paganos e incluso de aberraciones sexuales en sus celebraciones de iniciación, tales como besar al superior en la región anal (ésta última no sé si me hace reír al imaginarme la escena o me hace temblar de pavor). Total que asado de templario al canto por herejes y marranos, así lo dice la historia.

Pero vamos a hocicar un poco más, que a lo mejor no eran ni tan herejes ni tan marranos como la historia los ha pintado.

Resulta que la acusación iba incitada y promocionada fundamentalmente por dos hombres: uno Felipe IV “el Hermoso”; el nuestro no, el de Francia, que estaba sin un chelín y ambicionaba el pastizal que manejaban los templarios (ya había conseguido despojar a los judíos franceses de sus bienes en 1306 y quería repetir la jugada con los templarios). Y dos, el Papa Clemente V, que le tenía una manía superlativa a Jacques de Molay porque le dijo que nones a su propuesta de unir la orden de los Templarios a la del Hospital; ambas bajo su mando y tutela(al Papa le molaba mandar y, por lo visto, a Jacques de Molay, ídem).

Además contaban con la inestimable colaboración de Guillermo de Nogaret (piltrafilla oficial o canciller del reino), que fue el que dirigió la investigación…, y a todo ello se unió la participación de los Franciscanos que les tenían pelusilla a los del Temple y , sobre todo, Dominicos (expertos en el noble arte de la tortura inquisitorial, -les gustaba más las hogueras que a un alicantino en junio-) que se prestaron gustosamente en hacer de pinches en la receta del templario ahumado…

Continuará el Máster Chef.

Agregar comentario

Haga clic aquí para publicar un comentario

Campo de Golf El Castillejo, Alcalá de la Selva