«Quan el mal ve d’Almansa, a tots alcança». Parte II. La ensalada de tortas

Pedro Hermosilla /Historia para un ratico

Los dos  ejércitos  se posicionaron cara a cara para retarse, haciéndose los chulitos como hacen los boxeadores antes de un combate . El Marqués das Minas se coscó de la inferioridad numérica y a las primeras de cambio mandó a sus hombres y a su mujer a toda velocidad…en dirección contraria a la batalla. Sí, a su mujer también, no han leído mal, puesto que se la había llevado vestida de soldado a esa correría. ¡Eso sí que es amor leche! O no. O fue un gesto de desconfianza de ella, porque  ya sabemos como son los portugueses …y las portuguesas. Tal que así:”¿Qué te vas dónde?  ¿A pelear el qué? Anda ya, si todavía hay que bajar la basura e ir al Mercachoni…¡Tú no sales sin tu mujer a ningún lao, so calzonazos!”(Así pero en portugués).

La chulería del uno o de la otra les salió por la culata puesto que la parienta falleció en la batalla (no quiero ser mal pensado pero puede que el portugués fuera una pionero en el temita del divorcio express, versión dos punto cero), …en fin, da igual: agua pasada no mueve marido.

Resumiendo: después de una hermosa ensalada de tortas, machetazos y tiros, palizón de los partidarios del duque de Anjou y desastre de los partidarios del archiduque don Carlos, que tuvieron que salir de allí con el archiduque entre las piernas, además, el reino de Valencia le pillaba a los franceses “cuesta abajo”; así, literalmente (para llegar a Valencia desde la meseta hay que bajar el puerto de Almansa y si te descuidas, o vas flojo de frenos, te bañas en el Mediterráneo fijo. Siempre que sale a colación el puerto de Almansa me acuerdo de mi abuelo Godo, que puede ser el español que más lo haya transitado).

Fueron los franchutes conquistando todas las poblaciones una a una, tacita a tacita, como se hacen las cosas… Valencia, Alcoy, Denia, Játiva…esta última les dio tanto por saco que en agradecimiento a su  valiente actitud la quemaron enterita durante ocho  días (eso sí que son unas fallas, con petardazos, fuego y caloret… Rita I miss you); de ahí el apelativo de socarrats, «chamuscados», que se da popularmente a los setabenses (originarios de Játiva para los de la ESO).

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Por aquí por Valencia, por ‘h’ o por ‘b’, siempre se acaba quemando algo. En justa compensación al rey Felipe V (el que fuera duque de Anjou del que estamos hablando), luce muy hermoso en el museo de L´Almodí…  pero al revés, jajjaja. Todavía hoy, si os acercáis lo podéis ver.

Consecuencias: no lo  digo yo, lo va a decir Berwick: «…este Reyno ha sido rebelde a Su Majestad y ha sido conquistado, habiendo(sic) cometido contra Su Majestad una grande alevosía; y así, no tiene más privilegios ni fueros que aquellos que Su Majestad quisiere conceder en adelante…».

El 29 de junio de 1707, Felipe V promulgaba el Decreto de Nueva Planta, que venía a abolir los fueros de Aragón y Valencia.

Los valencianos (de ahí los dichos del principio de la parte contratante de la primera parte del artículo) perdían todas sus instituciones de gobierno y quedaban sometido a las leyes de Castilla. O para entendernos mejor: a lo que le saliese del bolo al luce colgado al revés, como un murciélago, por la antigua  Saetabis.

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